La frase «somos lo que comemos» se aplica perfectamente al cuidado de la piel. Una dieta equilibrada puede transformar su apariencia desde adentro hacia afuera.
Alimentos esenciales :
Frutas ricas en vitamina C (kiwi, fresas, naranjas) que estimulan la producción de colágeno.
Verduras de hoja verde como espinaca y kale, llenas de antioxidantes que protegen contra el daño celular.
Omega-3 presente en pescados grasos, nueces y semillas de chía, que reduce la inflamación y mantiene la piel hidratada.
Alimentos a evitar :
Azúcares refinados, que pueden acelerar el envejecimiento y provocar acné.
Grasas trans y alimentos ultraprocesados, que aumentan la inflamación.
Hidratación :
Bebe al menos 8 vasos de agua al día. Complementa con té como el verde, que tiene propiedades antioxidantes.