La hidratación es fundamental para mantener una piel radiante, elástica y libre de imperfecciones. Cuando la piel está deshidratada, pierde su capacidad de protegerse contra agentes externos, lo que puede llevar a sequedad, sensibilidad y aparición temprana de arrugas.
Hidratación interna :
Bebe al menos 2 litros de agua diariamente. Puedes complementarlo con infusiones sin azúcar o agua con limón para añadir beneficios antioxidantes.
Alimentos ricos en agua como pepino, sandía y naranjas también ayudan a mantener tu piel hidratada desde adentro.
Hidratación externa :
Usa cremas hidratantes adecuadas para tu tipo de piel (seca, mixta, grasa o sensible).
Incorpora productos con ácido hialurónico, un activo que retiene hasta 1.000 veces su peso en agua, ofreciendo hidratación profunda.
En invierno o en climas secos, utilice humidificadores para mantener la humedad en el ambiente.
Dato adicional : Una piel bien hidratada refleja la luz de manera uniforme, luciendo más luminosa y joven.